Quería traer algo de #Marvel para celebrar el estreno de #capitanamarvel, pero me ha dejado tan mal sabor de boca que, siendo lunes, mejor paso a algo que sí merece una lectura te pongas como te pongas: Arrowsmith.
Perteneciente a los últimos coletazos que dio el fantástico sello #Cliffhanger de @imagecomics en su día, Kurt Busiek (que por fin puedo pronunciarlo correctamente gracias a @bamf_comic_freaks) y nuestros enormérrimos Carlos Pacheco y @jss_merino nos trajeron esta preciosa joyita de sólo seis números allá por el 2004.
Nos llegó de la mano de @planetadcomic y en 2015 fue reeditado por @eccediciones en un tomo recopilatorio que a día de hoy supongo que aún debe de poder conseguirse sin mucho problema.
Ambientado en una I Guerra Mundial en un universo donde los seres más habituales de la fantasía y el folklore tradicional conviven de manera cotidiana con los seres humanos con todo lo que ello implicaría a nivel social, aquí se nos cuenta la historia de Fletcher Arrowsmith, un joven que se alista para servir como una especie de piloto de combate.
A nivel gráfico pocas veces se alcanza la excelencia a nivel de dibujante y entintador como cuando Pacheco y Merino se ponen mano a mano. Una maravilla espectacular que además realza el color de @sinccolor por los cuatro costados. Cada página se disfruta a tal nivel que uno desearía que estos autores trabajasen juntos más habitualmente. Una gozada.
Junto a esto, una historia dura de madurez que se hace corta pero intensa, y que te deja queriendo mucho más. Busiek maneja los tiempo como un maestro y hace un ejercicio espectacular siendo capaz de meternos tan rápido en un nuevo trasfondo sin que el ritmo se resienta, y presentando a todos los personajes de forma clara y sencilla. Una pena no tener continuación a día de hoy.
Me resulta curioso aparte, las similitudes visuales que he encontrado con Juego de Tronos. Mismamente el tema de los dragoncitos al hombro y el “fuego valyrio” por poner un ejempo. Me pregunto si tendrá relación pero supongo que es #laCasualidad.
En resumen, que no tiene desperdicio.
(@hecdruiz)