Drifting Dragons, de Taku Kawubara. Meeeeeh. En el primer tomo se va a quedar.
Las razones que tengo para acercarme a un manga son dos, y tienen que darse simultáneamente.
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Alguna premisa o excusa argumental o de personajes que me llame mínimamente la atención. Puedo ser muy laxo aquí.
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Un buen dibujo, copón. Como es el caso que nos ocupa.
Las estanterías de las librerías están repletas de manga con unos dibujos que harían vomitar a una cabra, y se editan porque los compráis. Shame on you.
Y tras esta innecesaria introducción, explico que me he comprado esto sin apenas conocimiento, tras ojear el tomo y ver un dibujo maravilloso, muy de la escuela Shirow… pero tras leerlo me ha dado toda la bajona.
Narrativamente es muy confuso, el movimiento de una viñeta a otra me hace perderme en la lectura, sobre todo en los primeros capítulos. Y tras 200 páginas de tomo, que se dice pronto, los personajes apenas están abocetados, no hay relación alguna entre ellos y aún no se ha sugerido ningún argumento global.
Vais a tener que convencerme en los comentarios de que esto mejora mucho, porque así no voy a picar con el tomo dos.
(@neverbot)
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