Llegados al tomo cuatro toca recapitulación. Al Este del Oeste también hacen falta mapitas.
Hickman y Dragotta avanzan las tramas a la vez que nos recuerdan donde están situados en el tablero todos los peones, y el carrusel sigue girando.
Llegados al tomo cuatro toca recapitulación. Al Este del Oeste también hacen falta mapitas.
Hickman y Dragotta avanzan las tramas a la vez que nos recuerdan donde están situados en el tablero todos los peones, y el carrusel sigue girando.
Sigo con mi lectura de “Este del Oeste”, que continúa volándome la cabeza a cada tomo.
En este tercer volumen hace aparición la Eterna Nación, y comienza a dar sus pasitos por el mundo el hijo de… erm… el niño de la última foto, que tampoco es plan de spoilear.
No puedo alabar aún más a Hickman y Dragotta, porque esto es top ahora mismo, al menos de todo lo que estoy leyendo.
Este del oeste. Lo que viene siendo el medio. Este tebeo no se puede hacer mejor.
Con el primer volumen esto ya había cogido carrerilla, pero presentando ahora a los príncipes de El Reino y a los Rangers el molómetro se pone al once.
Magníficos guiones de Jonathan Hickman y fantabulosos dibujos de Nick Dragotta, que le encajan como un guante a esta historia.
MOAR.
El Incal. Pues bueno. ¿Y qué os cuento yo de este mamotreto de tomo? Dentro #viernesvintage.
Es difícil disociar una obra del momento histórico en el que fue creada. Esto tiene ya casi 40 años, y en su momento no había epopeyas cósmicas de 300 páginas en el mundo del cómic. La ciencia ficción todavía no era lo que ha llegado a ser (que tampoco es que… bueno, ese es otro tema). Por ponernos en perspectiva, solo hacía tres años que se había estrenado La Guerra de las Galaxias en cine. La mayoría no habíais nacido.
Y, ¿por qué explicar esto? Porque también es muy difícil disociar la nostalgia de tu primera lectura de algo así respecto a una aproximación de un nuevo lector en el año 2019. Puede que para ti signifique muchas cosas. Yo no lo había leído nunca.
Dicho todo esto…
No me ha parecido brillante a ningún nivel, ni siquiera del dibujo o la creatividad de Moebius, aunque probablemente en su momento a la gente le explotara el cerebro con esto. La historia de Jodorowsky no es más que una colección de Deus ex machina cada tres páginas, donde se va inventando cosas según le apetece sin venir de ninguna parte. Parece más un manga shonen que empieza a inventar porque se encuentra con altas ventas que una obra planificada desde el comienzo.
Se me ha hecho confusa y excepcionalmente larga. No la recomiendo para nada y me parece que mucha voluntad me va a hacer falta para intentar leer las continuaciones o los spin-offs (metabarones, tecnopadres, etc).
Pero, como siempre, acepto opiniones más versadas que me pongan en mi sitio.
Para el #viernesvintage recordamos que mañana, 23 de Marzo, es el día de Hellboy, que cumple su 25 aniversario.
En España @normaedusa saca una nueva edición de Semilla de Destrucción, en grapa y en blanco y negro, a tamaño gigante, para celebrar el aniversario. Mañana en su librería amiga de confianza.
Creo que no hace ni falta opinar mucho sobre el tebeo. Mignola hace de Hellboy ese cómic del que puedes comprar cualquier tomo y, aunque quizá no sea brillantérrimo, siempre estará a un muy buen nivel.
Quién no le haya dado un tiento aún, ya sabe por dónde empezar.
The Wicked + The Divine. Esta serie me tiene ganado. Yo ya.
A tope con @kierongillen y Jamie @mckelvie, según van apareciendo más dioses en el panteón más me va gustando lo que se está construyendo aquí.
A ver si consigo el tercero rapidito, que ya hay ganas.
Aprovecho mi descubrimiento del día: una biblioteca con un buen fondo de tebeos, para comenzar The Wicked + The Divine.
Pues todo bien aquí, trabajazo de Kieron Gillen (@kierongillen) y Jamie McKelvie (@mckelvie).
Algún tópico de vez en cuando, algún alzamiento de ceja al leer cosas que pensarías que están escritas por Mark Millar intentando llamar la atención simplemente porque sí, pero en general todo es tan positivo que ya me he llevado el segundo tomo, para seguir leyendo más de algunas ideas que me han explotado el cerebro.
Por desgracia ahora quiero POSEER materialmente estos tebeos, yo es que no valgo para leer cosas prestadas.
El 21 de diciembre, la llegada del siglo XXI y su espíritu, la Jenny bebé reencarnación de Jenny Sparks.
Así recibíamos el año 2000 con el Authority de Mark Millar, tras la primera etapa de Warren Ellis. El espíritu del siglo se reencarnaba en un bebé recién nacido que era secuestrado por los malos malísimos, y todo se solucionaba con unos tíos en pijama repartiendo tortas. Good old times.
En realidad no cambiamos de siglo ni milenio hasta la entrada del 2001, pero meh. Sí, soy uno de esos que dan la turra con esos temas.
El 19 de diciembre, los diecinueve tomos de Record of Lodoss War: La Leyenda del Caballero Heroico, de Ryo Mizuno.
Intentar entender todo el entramado multimedia de Lodoss es una locura. Empezaron como una serie de novelas de Ryo Mizuno para una ambientación para juegos de rol japoneses, y fue creciendo hacia el manga (junto a distintos dibujantes, aquí Masato Natsumoto), el anime y los videojuegos. Y luego unos spin-offs llamados Rune Soldier ambientados en otro continente, y Legend of Crystania, otro tanto de lo mismo, y todos ellos acabaron siendo la ambientación para el juego de rol japonés Sword World, y… enough internet for today.
Las fotos y la idea original de empezar a investigar cómo iba esto de Lodoss son de @hecdruiz, que tiene la culpa de que quiera saber más, y que me pregunte cómo es que todos estos mangas no tienen mejores y más modernas ediciones en castellano.