El 14 de Diciembre, los 14 tomos de Platinum End, de Takeshi Obata y Tsugumi Ohba.

Después de lo mucho que disfruté con Death Note y con Bakuman, las dos obras anteriores del mismo tándem creativo, estaba claro que iba a caer con todos los tomos (y sus cofrecitos) que iba publicando @normaedmanga. Alguno del final me llegó a costar encontrarlo, así que no me atrevo a aventurar si las ventas y la tirada fueron buenas o malas, porque pocas reseñas he visto.

De hecho los últimos los tengo aún precintados porque no he terminado la historia, así que no os puedo dar una opinión global, así que se agradecen comentarios sobre si debería adelantarlo en la pila de lectura.

Ahora que ha pasado San Valentín y el nivel de azúcar ha descendido, podemos continuarlo nosotros con otras cosas.

Y es que no sólo de shojo vive el manga, el shonen está repleto de deliciosas ñoñeces a las que de vez en cuando se les puede dar una nueva visita.

¿Shonen moñas sí o shonen moñas no? ¿Opiniones?

(@neverbot)

Galletitas, zumo y Bakuman. Los sábados por la mañana de los campeones.

Sigo con mi relectura de Bakuman, ya por el tomo 10. Todo lo bueno y todo lo malo de #Ohba y #Obata, pero a quién le importa. Muy lastrada por las malas traducciones que suele tener el #manga en España, demasiado literales y que ponen en boca de adolescentes largas frases grandilocuentes que nunca dirían en realidad. Y ya de por sí los diálogos son densos así que os lo podéis imaginar. Pero yo por el dibujo de Takeshi Obata MA-TO.

(@neverbot)