Este martes continuamos con las reseñas de esas colecciones molonérrimas que nos trajo el malogrado sello #Cliffhanger.
Le toca el turno a #Steampunk, una epopeya victoriana enrevesada y oscura, que llega de la mano de la tecnología más fantástica impulsada por vapor. Por desgracia, y aunque el arte es muy de mi gusto a pesar de las enrevesadas estructuras que plantea el grandísimo #ChrisBachalo (@cbi0), la historia de #JoeKelly es aún más enrevesada y densa.
Y ojo, que el planteamiento inicial resultaba increíblemente apetecible, con un protagonista portando una especie de brazo biónico inmenso, propulsado con carbón directamente desde su pecho, con un diseño y ambientación que te situaba perfectamente en esa Inglaterra distópica, lúgubre e inquietante.
Pero claro, todo ese ambiente sombrío, con un entintado muy cargado y el estilo de Bachalo que ya de por si es recargado, hacía que pese al fantástico color de Bad@ass, uno acabase un poco perdido en cada página. Lo que hacía que el propio ritmo de la historia se resintiese un poco. Varias veces en su momento tuve incluso que volver atrás porque me había despistado y no me había percatado de algo. Pero bueno, a mi personalmente me gustaba mucho y me encantaba disfrutar de páginas tan detalladas.
El tema es que eso se sumó, entiendo que como elección estética para reforzar el tono de la historia, a un argumento de múltiples tramas secretas, apilándose unos sobre otros, y demasiadas historias con distintos personajes misteriosos a la par que poderosos, pero de los que no tenías mucha información. Al final inevitablemente ibas desconectando de la historia y no llegabas a implicarte con ninguno.
Da la sensación de que al final intentaron coger ritmo, y cuando ya parecía que se aclaraba todo un poco y por fin comenzaba a avanzar la trama, se le dio carpetazo. Una pena a mi entender, porque creo que como universo, y como ambientación, tenía mucho potencial. Sin duda era algo original difícil de encontrar en otras publicaciones o editoriales, por lo que os recomiendo que le deis una oportunidad. Eso sí, con mesura y paciencia, que aunque sólo son trece grapas, cunden.
(@hecdruiz)