#relecturasconfinadas: Los 4 Fantásticos de John Byrne.

La bajada de la pila de lectura ha hecho posible que retomara algunas de mis tareas pendientes, una era la relectura completa de la etapa de Byrne en el cuarteto fantástico, atascada a mitad del primer tomo de @paninicomicsespana desde hace mucho.

Aunque algunas historias y su narración pueden quedarse anticuadas, es una delicia volver a un Byrne con buena mano haciendo una de sus cosas preferidas: jugar con los juguetes de Kirby, cuyos orígenes cuenta y redibuja una y otra vez.

La calidad del dibujo varía, por efecto de los distintos entintadores que sacan más o menos partido al mismo, pero se mantiene en cotas muy altas y las historias nos dejan genialidades como todo ese viaje por la Zona Negativa, bebiendo de la esencia de las aventuras clásicas (bueno, clásicas ahora, entonces contemporáneas) de Doctor Who, o la conversión por fin de la Chica Invisible en la Mujer Invisible, aunque fuera sufriendo un trauma gordísimo por el camino…

Ah, y Hulka! Hulka siempre está bien.

(@uncientovolando)

#TerapiaDeSock 03: Platillos volantes y edificios volando en el espacio.

Byrne niños no sabría dibujar, pero con los edificios y estructuras se gustaba especialmente. Sus 4 Fantásticos están llenos de ejemplos, desde su viaje a la Zona Negativa a esta escena que “rememora” uno de sus primeros enfrentamientos con el Doctor Muerte.

BOOM! 💥

(@uncientovolando)

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¿Queréis diversión en Navidad? Hulka es la elección perfecta.

Como adorador de Byrne era mi asignatura pendiente, pero he de reconocer que de primeras el personaje nunca me llamó. Gran error.

Humor por los cuatro costados en esta etapa, rompiendo la cuarta pared y las que hagan falta. Y ofreciéndonos una caracterización de Hulka deliciosa.

Con argumentos parodiando a la propia Marvel y a sí mismo hasta la saciedad, o guiños y referencias a sus otras series como mismamente Namor, Byrne se marca una época como pocas ha visto el personaje.

Es cierto que se disfruta muchísimo más si has leído lo suficiente como para pillar todas las referencias. Pero incluso si no es así y llegas de nuevas a la serie, sigue siendo una gozada que rompe todos los moldes del cómic de la época.

Del dibujo que voy a decir. Es Byrne. En sus mejores años. No os lo podéis perder.

Y como dice nuestra querida Jen Walters… ¡Feliz Navidad!

(@hecdruiz)