Hoy toca una joyita con 14 años de solera. Loki de Rob Rodi y Esad Ribic en la que sería a mi gusto la última gran aventura del Loki clásico. Y aquí la tenemos.
Antes de que Loki fuese el antihéroe que a todo el mundo le encanta a día de hoy (yo incluido), existió un Loki “supervillano” con una cornamenta infinita y un atuendo que a los más talluditos nos recordaba irremediablemente al Crispín del Capitán Trueno. Pero incluso ya en aquel entonces se vislumbraba que no era el clásico enemigo plano empujado por simple maldad, y que tenía mucho más potencial y matices de los que se podían sacar cosas interesantes.
Es cierto que en esta obra es fácil perderse la historia por el apabullante nivel gráfico de Esad Ribic, que hace de cada página un cuadro donde quedarte un buen rato a disfrutar del arte con mayúsculas. Pero la historia que nos cuenta Rob Rodi es directa, sencilla e interesante además de autocontenida, lo que permite ser leida en cualquier momento sin casi la necesidad de un contexto, por lo que resulta de lo más accesible si apenas conoces a los personajes.
Vamos, que para echar un rato está muy bien, para entrar al universo asgardiano ahora tan de moda también, y sobretodo para disfrutar de Ribic en Thor antes de entrar en materia con la muy recomendada etapa de Aaron y Ribic que ya os trajimos en #NOVEASLAgrafica y que llega ahora a su evento final.
