Érase una vez unos Guardianes de la Galaxia que molaban hasta que llegó Bendis… Por suerte aquí está Donny Cates para poner orden (y molonidad).
Después de una época espectacular desde Aniquilación hasta El Imperativo Thanos, llegó Bendis y cortó el rollo. Pero bueno, eso terminó y gracias a Gerry Duggan y Aaron Kuder volvió la diversión… o eso parecía hasta ver que todo desembocó en un refrito de evento, con turra de las piedras (que son gemas COPÓN) del infinito incluida, que incluso a mí que soy fan de este rollo al 120% se me hizo bola.
Por suerte, mientras tanto, el señor Cates poco a poco iba creando historias molonas y fresquitas con elementos que iban pasando de unas a otras, amén de personajes geniales, dando una sensación que recordaba a aquella época con Aniquilación: que todo eran partes de algo mucho mayor que se estaba gestando poco a poco. Y todo regado con un componente de molonidad over nine thousand que agradecemos en esta santa casa.
Y aquí estamos, con su versión de los Guardianes que en este primer número ya destila estilo y buen gusto, acompañado de @geshaw a los lápices al que queremos y amamos desde Thanos dando una sensación de continuidad que se agradece. Y con un @martegraciacolor que hace que cada página mejore exponencialmente hasta el infito. Todo esto con un planteamiento inicial más que interesante y dejándonos con ganas de saber qué más nos deparará este nuevo capítulo del Catesverso.
Como nota final, diría incluso que es imprescindible de cara a la otra joyita que es Silver Surfer Black, y por extensión a todo el tema simbiontes. Porque como decía, en el Catesverso toooodo está conectado. Y es que ya era hora de que alguien llegase a poner orden después del destrozo insulso de Bendis en el cosmos marvelita. Muy ilusionado con esta etapa, veremos dónde nos lleva.