En esta casa, entre otras muchas cosas, nos criamos con el maestro Forges.
No sé cuántos años pueden tener estos recopilatorios, ya que llegaron a mí a través de mi padre, pero por descontado más que yo.
Siempre estuvieron por casa, y aunque muchas cosas no las entendía de crío, poco a poco fueron cobrando sentido como grandes e inmutables verdades de la vida.
Desde aquí nuestro pequeño homenaje y recuerdo a un genio inolvidable.